
Getafe (EFE).- El Barcelona paseó su rodillo por Getafe, equipo en el que muchos confiaban para animar la Liga, pero que ni siquiera fue capaz de disparar a puerta para contrarrestar el gol de Lionel Messi, suficiente para no dar un respiro al Real Madrid.
El tanto del argentino y una primera parte excepcional bastó al conjunto catalán para llevarse los tres puntos. Antes del pitido inicial, el partido había alcanzado cotas elevadas de expectación. Históricamente, el Barcelona había sufrido en el Coliseum, y el madridismo esperaba un tropiezo para acercarse al liderato.
El conjunto azulgrana mareó a su rival desde el principio. El Getafe, en la primera parte no tocó la pelota. Corrió detrás de ella sin mucho orden. Ni siquiera Messi, acostumbrado a sufrir tarascadas y empujones fue molestado. Su entrenador decidió no reservar a nadie, incluido al argentino, que fue quien abrió la lata local.
Antes de su gol, en el minuto 19, surgió la figura del gigantón Vladimir Stojkovic, que sacó una manopla imposible a Thierry Henry, salvó un mano a mano con Samuel Eto’o e hizo una acrobacia circense para desbaratar un disparo acrobático de Piqué. Sólo Messi pudo superar al muro serbio, todo un descubrimiento para la entidad madrileña.
EL COMERCIO
PAÍS: ESPAÑA
FECHA: 18/04/09
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